Cualquier empresa (bien sea una persona jurídica o un autónomo) que no cumpla los requisitos reglamentarios establecidos y no se encuentre inscrita en el registro correspondiente, no puede ejercer su actividad, por lo que los usuarios y titulares de instalaciones de seguridad industrial deben siempre contratar los servicios de una empresa instaladora o mantenedora habilitada, que garantice su profesionalidad, disponga de un seguro de responsabilidad y respete, por tanto, sus derechos de usuario.